El contexto Bíblico
Nuestro podcast está dedicado al estudio de la Biblia con un enfoque exegético, el cual considera el libro que se está estudiando y el contexto social, cultural, ministerial y espiritual de cada capítulo. A través de nuestro podcast, buscamos profundizar en la comprensión de las Escrituras y enriquecer el conocimiento bíblico de nuestros oyentes.
Bienvenida
Bienvenidos al segundo episodio de “El Contexto Bíblico”, el Podcast devocional que te acompaña en tu lectura y estudio de la Biblia con un enfoque exegético. En este programa, nos proponemos profundizar en la comprensión de las Escrituras y enriquecer el conocimiento bíblico de nuestros oyentes, para que juntos podamos caminar correctamente ante los ojos de Dios, aplicando correctamente la Palabra de Verdad en nuestras vidas.
Voz y autoría de éste Podcast: TSU Gabriel J Lorca
Introducción
Como recordarás, en nuestro primer episodio hablamos sobre el propósito de este Podcast: ayudarte a leer y estudiar la Biblia completa en el lapso de 3 años, un hábito altamente significativo si tu tarea es conocer a Dios y aprender de Él. Para lograr este objetivo, nos enfocamos en estudiar cada libro de la Biblia en su contexto social, cultural, ministerial y espiritual, con el fin de comprender mejor su mensaje y aplicación práctica.
En este segundo episodio, continuaremos nuestro viaje a través de las Escrituras, profundizando en el libro que estemos estudiando en ese momento y descubriendo juntos las verdades que Dios nos revela en cada capítulo. Espero que este programa sea de bendición para ti y te anime a seguir estudiando la Biblia con un enfoque exegético. ¡Comencemos!
Presentación del libro
El libro de los Hechos fue escrito por Lucas, el mismo autor del Evangelio que lleva su nombre, y describe la historia de la iglesia cristiana desde la ascensión de Jesús hasta la llegada de Pablo a Roma. A lo largo del libro, Lucas relata los eventos más importantes que sucedieron durante este periodo, incluyendo el bautismo del Espíritu Santo, el establecimiento de la iglesia en Jerusalén, la conversión de Saulo (que se convierte en Pablo), y las misiones evangelísticas de los apóstoles.
Desde un punto de vista exegético, el libro de los Hechos es un ejemplo claro de cómo la iglesia primitiva aplicaba el mensaje de Jesús en su contexto social y cultural, y cómo los primeros cristianos compartían el evangelio con los demás. Uno de los aspectos más interesantes del libro es que muestra cómo los apóstoles y otros líderes de la iglesia utilizaban diferentes estrategias para compartir el mensaje de Jesús con diferentes audiencias. Por ejemplo, en el capítulo 2, Pedro habla en lengua vernácula para que los judíos presentes lo entiendan, mientras que en el capítulo 17, Pablo habla en el Areópago de Atenas utilizando un lenguaje filosófico que resuena con la audiencia griega.
Esto quiere decir, que el mensaje de Dios lo llevaban con sabiduría, entendiendo a quienes se dirigían, aprovechando sus intereses para que pudieran recibir el mensaje del evangelio. Aunque esto, no hacía que todos se convirtieran si permitía una apertura de la palabra de Dios en espacios que anteriormente no existía abiertamente; y, aunque la iglesia comenzó a sufrir persecusión, en el libro de los Hechos se demuestra cómo apasionadamente no miró los impedimentos, sino que puestos sus ojos en Cristo siguieron el camino de la fe y daban frutos como hijos de Dios en oración, unánimes como un sólo cuerpo, teniendo todo en común, estudiando y siendo sumisos a la palabra de Dios, buscando continuamente la llenura del Espíritu Santo, comprometidos con predicar la palabra de Dios, predicando con señales y milagros, no sólo los apóstoles, con la llenura del Espíritu Santo muchos en el ejercicio de la fe eran usados con señales y milagros, siendo sensibles a las carencias y necesidades de las personas en las comunidades sin importar si eran judíos, samaritanos, funcionarios romanos, pues entendían que su nacionalidad era como hijos de Dios y que no existían éstas barreras y, eran diligentes en congregarse; los cuales sin duda alguna, fueron las principales cualidades de la poderosa iglesia primitiva, la que fue entrenada, discsipulada y encomendada por los apóstoles fundamentados en las enseñanzas directas de nuestro Señor Jesucristo y bajo la dirección del Espíritu Santo.
En cuanto al enfoque de aprendizaje desde el punto de vista evangelístico y misionero, el libro de los Hechos presenta un modelo a seguir para la iglesia moderna hoy día. En primer lugar, el libro nos enseña la importancia de ser guiados por el Espíritu Santo en todo lo que hacemos. Los apóstoles y otros líderes de la iglesia primitiva buscaban constantemente la dirección de Dios y estaban dispuestos a obedecer Su voluntad, aun cuando esto implicaba salir de su zona de confort.
En segundo lugar, el libro nos muestra la importancia de ser valientes y perseverantes en nuestro testimonio. Los primeros cristianos enfrentaron mucha oposición y persecución, pero nunca renunciaron a su fe. En cambio, siguieron predicando el evangelio con valentía y determinación, incluso en los momentos más difíciles.
El libro de los Hechos fue escrito originalmente en griego Koiné, la forma de griego común en el mundo antiguo, lo que es importante para entender los matices lingüísticos y culturales que se pueden perder en una traducción al español.
El título original del libro en griego es “Praxeis Apostolon”, que se traduce como “Acciones de los Apóstoles”
El orden en el que se mencionan los eventos (sufrimiento, resurrección y ascensión de nuestro Señor Jesucristo) en los primeros versículos del libro de los Hechos es significativo, ya que sugiere que la obra redentora de Jesús fue completada en su totalidad.
La palabra “iglesia” proviene del término griego “ekklesía” que significa “reunión” o “asamblea”. En la iglesia primitiva, la palabra “iglesia” se refería al grupo de personas que creían en Jesús y no estaba asociada con ningún edificio en particular. El término griego “ekklesía” se utilizaba comúnmente para indicar una asamblea de ciudadanos de una ciudad griega. Con el tiempo, el término “iglesia” comenzó a usarse para referirse a las reuniones de los cristianos en ciertos espacios.
En resumen, el libro de los Hechos es un ejemplo fascinante de cómo la iglesia primitiva aplicaba el mensaje de Jesús en su contexto social y cultural, y cómo los primeros cristianos compartían el evangelio con los demás. A través de su ejemplo, podemos aprender mucho sobre cómo ser guiados por el Espíritu Santo, ser valientes y perseverantes en nuestro testimonio, y compartir el mensaje de Jesús de manera efectiva con los demás.
Ahora, como este podcast es un devocional diario, preferiblemente para nuestras madrugadas con el Señor, mejor aún si es en ayunas encomendando al Señor su vida y su día, me gustaría que usted tenga dónde anotar lo que resulte de interés para usted, que comparta con los demás lo aprendido para que se fortalezca ese conocimiento en su mente y corazón, para que el Espíritu Santo pueda tomar ese contenido depositado en usted en el momento que El considere necesario; si puede lea conmigo.
Comencemos con nuestra lectura Bíblica; lo haremos en la versión que la mayoría de nosotros tenemos, la Reina Valera 1960. Leeremos sólo la primera sección del capítulo 1, ya que será la sección que desarrollaremos, debido a que hemos usado gran parte de nuestro tiempo en la presentación del libro de los Hechos.
Con actitud de oración y reverencia te pido leamos en el nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo, amén.
Hechos 1:1-5
La promesa del Espíritu Santo
1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Amén.
Investigación
Ahora bien, les presentare un breve compendio de reseñas que nos permitirá profundizar en el significado de cada uno de estos versículos, la dinámica será leer el versículo de nuevo y lo desarrollaremos; Comencemos:
Primera sección: La promesa del Espíritu Santo, en el versículo 1 dice: En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
1. En este primer versículo, el autor del libro de Hechos, Lucas, se dirige a un tal Teófilo, a quien también se dirige al comienzo del evangelio de Lucas. El nombre Teófilo significa “amigo de Dios”, pero se desconoce si se trata de una persona real, de hecho, algunos consideran que podría tratarse de algún funcionario Romano; o se podría tratar de una referencia a cualquier lector que quiera identificarse como “amigo de Dios”.
2. El versículo también indica que Lucas ya había escrito un “primer libro”, el cual se refiere al evangelio de Lucas. Este detalle es importante porque indica que el autor tiene la intención de seguir contando la historia de Jesús, pero esta vez enfocándose en los acontecimientos posteriores a la resurrección de Jesús y la formación de la iglesia primitiva.
Leamos el versículo 2 “hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;”
1. Podemos vincular Hechos 1:2 con Juan 14:16-17, donde Jesús habla del Espíritu Santo que vendrá después de su partida. Esto ayuda a entender la relación entre el Espíritu Santo y los apóstoles mencionados en Hechos 1:2.
2. En otros pasajes del Nuevo Testamento, como en el Evangelio de Juan y las cartas de Pablo, se habla sobre la importancia de la resurrección de Jesús y su aparición a sus discípulos como prueba de su divinidad y de la verdad del Evangelio. Esto es muy importante, por eso, vamos a sustentarlo mencionando los versículos que fundamentan o hacen referencia a esta verdad la resurrección de Jesús y su aparición a sus discípulos como prueba de su divinidad y de la verdad del Evangelio:
a. Juan 20:19-31:
Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
Luego, se cuenta la incredulidad de Tomás, pero saltemos al versículo 30:
El propósito del libro
Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.”
Este pasaje describe la aparición de Jesús a sus discípulos después de su resurrección, incluyendo su encuentro con Tomás, quien inicialmente no creía en la resurrección. Jesús les muestra sus heridas para demostrar que es él mismo y les habla del Espíritu Santo.
b. Corintios 15:12-19: dice asi: “Al llegar la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo: —¡Paz a ustedes! Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor” En este pasaje, Pablo discute la importancia de la resurrección de Jesús y cómo la fe cristiana depende de ella. Si Jesús no hubiera resucitado, dice Pablo, entonces la predicación de los apóstoles sería vana y la fe de los creyentes también.
c. Filipenses 2:5-11: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Este pasaje habla sobre la humillación y exaltación de Jesús. Después de humillarse a sí mismo al tomar la forma de un siervo y morir en la cruz, Dios lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre. Esto sugiere que la exaltación de Jesús después de su muerte y resurrección es una prueba de su divinidad.
d. Romanos 1:3-4: En este pasaje, Pablo afirma que Jesús es el descendiente de David según la carne, pero que fue declarado Hijo de Dios con poder por su resurrección de entre los muertos. Esto sugiere que la resurrección es una prueba de la divinidad de Jesús.
e. Hechos 2:22-36: En este pasaje, Pedro habla sobre Jesús como el Mesías prometido en el Antiguo Testamento y cómo su resurrección y exaltación lo confirman como tal. Pedro cita el Salmo 16 y dice que David no pudo haber estado hablando de sí mismo, sino de Jesús.
3. Históricamente, este versículo ha sido visto como un recordatorio de la realidad de la resurrección de Jesús y de su aparición a sus discípulos después de su muerte. También se puede interpretar como una afirmación de la importancia de la evidencia y las pruebas de nuestra fe cristiana.
Leamos el versículo 3 a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.
1. “Pruebas indubitables” (del griego “tekmerion”) se refiere a evidencia concreta y clara que no deja lugar a dudas. Esto sugiere que Jesús no solo se apareció a sus discípulos, sino que también les proporcionó pruebas contundentes de su resurrección.la palabra, “indubitables” significa “sin lugar a dudas” o “irrefutables”, y “reino de Dios” se refiere al gobierno divino de Dios sobre todas las cosas.
2. La duración de cuarenta días es significativa porque este número aparece frecuentemente en la Biblia, como los cuarenta días que duró el diluvio en tiempos de Noé o los cuarenta días que Moisés estuvo en el monte Sinaí, los 40 días de ayuno de Jesús en el desierto, los 40 años de Israel antes de llegar a la tierra prometida. En este contexto, puede representar un período de preparación antes de la ascensión de Jesús. Sería interesante ahondar en otro episodio acerca de éste tema.
3. La frase “hablándoles acerca del reino de Dios” indica que Jesús no solo se apareció a sus discípulos para demostrar su resurrección, sino también para enseñarles sobre el reino de Dios y cómo continuar su obra en la Tierra. Podemos entender que ha sido un tiempo para las directrices para el comportamiento de la naciente iglesia de Cristo posterior a su ascensión.
4. La palabra “apareciéndoseles” en griego es “epiphaneia”, que también se utiliza en 2 Timoteo 4:1 para referirse a la segunda venida de Cristo. comportamiento de la naciente iglesia de Cristo posterior a su ascensión.
5. También se ha destacado que la aparición de Jesús después de su resurrección es “el cumplimiento de su promesa de que estaría con sus discípulos siempre) es decir que con nosotros estará siempre), hasta el fin del mundo”. Esta afirmación se basa en las palabras de Jesús registradas en Mateo 28:20, donde dice: “Y enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. También se puede encontrar en otros pasajes como Juan 14:16, donde Jesús habla del Espíritu Santo que permanecerá con los discípulos para siempre. Esta es una promesa de Jesús de que nunca dejaría a sus seguidores solos y que siempre estaría presente en sus vidas a través del Espíritu Santo.
Leamos el versículo 4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
1. El versículo comienza con la frase “Y estando juntos”. La palabra griega utilizada aquí es “ὁμοθυμαδὸν” (homothymadon), que significa “unánimes” o “de un mismo corazón”. Esta palabra aparece varias veces en los escritos del Nuevo Testamento, incluyendo en Hechos 2:46, donde se describe a los primeros cristianos reuniéndose “de unánime acuerdo” en el templo. Hechos 2:46 dice: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón”. Este versículo describe cómo los primeros cristianos se reunían diariamente en el templo y en sus casas para compartir la comida y la comunión. Hay mucha enseñanza en relación a este tema; espero pronto tengamos la oportunidad de compartirlo.
2. Luego, Jesús les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperaran “la promesa del Padre”. La palabra griega para “promesa” aquí es “ἐπαγγελία” (epangelia), que se refiere a una promesa o compromiso. En este contexto, se refiere específicamente a la promesa del Espíritu Santo que se menciona en Hechos 2:1-4. el cumplimiento de la venida del Espíritu Santo; el conocido “Día del Pentecostés”.
3. La “promesa del Padre” se refiere a la profecía del profeta Joel ubicado en Joel 2:28-29 dice: “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días” La profecía se cumplió en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos de Jesús y comenzaron a hablar en lenguas y a profetizar.
4. Jesús les dijo a sus discípulos que habían oído de él acerca de esta promesa. En este caso, la palabra griega para “oir” es “ἀκούω” (akouo), que se refiere a escuchar y comprender lo que se dice. Y ésta fue una reafirmación de Jesús a los discípulos de que, ya habían recibido y entendido éstas enseñanzas y promesas de Jesús acerca de la venida del Espíritu Santo.
5. Este valioso versículo establece la importancia del Espíritu Santo en la vida de los creyentes y en la fundación de la iglesia primitiva. Jesús les dijo a sus discípulos que no debían abandonar Jerusalén hasta que recibieran la promesa del Espíritu Santo. De hecho, la venida del Espíritu Santo en Pentecostés se considera un evento clave en nuestra historia.
6. La palabra “esperar” implica confianza y paciencia en Dios para que cumpla su promesa, lo cual es un tema recurrente en el Nuevo Testamento. La orden de esperar en Jerusalén fue importante porque era el lugar donde el templo estaba ubicado, y era el centro espiritual del judaísmo en ese momento.
Leamos el versículo 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
1. La palabra griega traducida como “bautizar” en este versículo es “baptizo”, que significa sumergir o sumergirse en agua. Jesús establece claramente en este versículo que el bautismo que los discípulos recibirán será diferente.
2. El bautismo con el Espíritu Santo se menciona en otros pasajes del Nuevo Testamento, como en el Evangelio de Juan y en las cartas de Pablo. En el Evangelio de Juan, Jesús habla del Espíritu Santo como un Consolador o Ayudador que vendrá a los discípulos después de que él se vaya. En las cartas de Pablo, el bautismo con el Espíritu Santo se menciona como un regalo que se recibe después de creer en Jesús como Salvador.
3. El bautismo con el Espíritu Santo en la vida del creyente, es una conexión crucial, única y más profunda con Dios que nos brinda una mayor capacidad para vivir una vida de fe.
4. El bautismo con el Espíritu Santo es un regalo de Dios que se recibe a través de la fe en Jesús como Salvador, éste es un versículo que en su esencia se comprende.
Cierre
Hasta este punto hemos desarrollado la primera sección del capítulo 1. Dado que la presentación del libro nos ha llevado más tiempo del esperado, en los siguientes episodios avanzaremos directamente con la lectura y las breves reseñas exegéticas de la Palabra de Dios. Sin más que añadir, me despido con el versículo bíblico de 2 Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. Este versículo nos llama a comprometernos integralmente, a ser íntegros y a preocuparnos por escudriñar la Palabra de Dios para vivirla, predicarla y enseñarla. ¡Que Dios les bendiga enormemente! Hasta mañana.